De la semilla al compost: la circulación de la materia en la naturalezaSigue la pista a los alimentos de tu plato para comprender la cadena mundial de suministro.
¿Listos?
Qué
Las relaciones que puede tener con tu currículo
Quién
Las personas que asumirán el papel de docente
Dónde
Lugares en los que tendrá lugar el aprendizaje
Con quién
Miembros y organizaciones de la comunidad con los que colaborar
Resumen
Este proyecto examinará dos puntos concretos de la cadena alimentaria. Comenzará con el viaje de los alimentos desde el campo o la fábrica hasta el plato. A continuación, se estudiará lo que ocurre cuando se tiran las sobras. Se investigará de dónde proceden los alimentos y cómo reducir los residuos. Los alumnos y las alumnas experimentarán con el compost, reciclando las sobras para que puedan utilizarse como abono para el crecimiento de nuevos productos alimenticios. Aprenderán los requisitos de una plantación eficaz, antes de diseñar un nuevo huerto escolar. A continuación, compartirán su trabajo en una exposición para su comunidad.
El alumnado comienza investigando el origen de los alimentos que consume y averiguando cuántos kilómetros han recorrido para llegar a sus mesas. Identificarán los lugares de origen en un mapa, marcando el recorrido de cada producto con una cuerda. Considerarán el impacto que estos viajes tienen en los ecosistemas locales y globales.
Las alumnas y los alumnos prepararán preguntas relacionadas con el proceso de compostaje, la construcción de compostadores y el uso de fertilizantes. Una persona experta les explicará el proceso de compostaje en sí y les responderá a sus preguntas. Durante la reunión, el alumnado recogerá la información que considere más importante de una forma que resulte atractiva e interesante.
Trabajando en grupos, los alumnos y las alumnas construirán un compostador, siendo cada grupo responsable de ensamblar una parte diferente del mismo. Una vez terminada la construcción, colocarán en su interior los materiales que se van a compostar. Durante las dos semanas siguientes, comprobarán el nivel de compost cada dos días, medirán la temperatura y registrarán sus observaciones.
El alumnado realizará experimentos en los que investigan qué se puede depositar en el compostador y qué no; qué productos se descomponen más rápido y qué acelera el compostaje.
El alumnado descubrirá el efecto de la fertilización en el valor nutricional del suelo. Aprenderá a fabricar un medidor de la acidez del suelo y, a continuación, tomará muestras de tierra de diferentes lugares, determinando su pH. Observará las plantas en el lugar de muestreo. Después de hablar de los diferentes tipos de fertilizantes: minerales, naturales y de residuos vegetales, las y los estudiantes mezclarán sus muestras de suelo con varios fertilizantes y comprobarán cómo cambia su pH.
El alumnado diseñará un jardín basándose en datos. Analizará lo que necesitan las plantas para tener las condiciones adecuadas para su crecimiento. A partir de sus conocimientos previos, reunirán los materiales necesarios y comenzarán a trabajar en el jardín.
El alumnado preparará un acto para la comunidad local y para las madres y los padres en el jardín comunitario creado como parte del proyecto. Prepararán paneles fotográficos en la valla o en el jardín, y elaborarán un vídeo para proyectarlo en la fachada del edificio. Si es posible, también presentarán las primeras cosechas del huerto.
Comentarios del docente
Momentos de acierto
Momentos de incertidumbre
- Nuestro compostador y nuestro huerto eran demasiado grandes. Nos llevó mucho tiempo hacerlos y luego también observarlos. Trabajar a pequeña escala habría sido más eficaz sin comprometer los resultados del aprendizaje.
- Los y las estudiantes compartieron las plantas que estuvieron cuidando. Por desgracia, algunas de ellas murieron, lo que hizo que parte del alumnado se entristeciera y que tuviera menos ganas de participar en el proyecto.
Consejos generales
- Si no tienes suficiente espacio y quieres ahorrar tiempo, utiliza pequeñas cajas de madera en lugar de construir un compostador: funcionan bien. En lugar de cavar un jardín, puedes utilizar macetas y ponerlas en el alféizar de la ventana.